– La vida laboral es una colección de tarjetas de visita con tu nombre. Y la vida amorosa es una colección de prendas de vestir perdidas o ganadas.
»Tengo una cajita con una docena de tarjetas de trabajos pasados, al igual que tengo un cajón con camisetas y sudaderas de parejas anteriores. Y en una parte del cajón no hay nada, como si se dejase sitio para las perdidas. Aquellas que di yo y que jamás volvieron. Fantasmas de tela.
»Es curioso cómo cosas tan importantes pueden reducirse a un trozo de cartón o tela. Como pedazos de tu vida que viven fuera de tu cabeza y corazón.
»Es curioso cómo también le damos importancia a estos pedazos, como si realmente eso nos permitiera aferrarnos a ello. Un trozo de cartón nos hace revivir una oficina y uno de tela nos hace revivir una cama.
»¿No? ¿Tú qué opinas?
– Opino que tu cabeza es como aquella canción de Iván Ferreiro, Pinball.
– Pues yo creo que soy más como el Buscaminas, tienes que descubrir lo que hay detrás de la casilla y puedes encontrarte tres cosas: un espacio seguro que permite seguir explorando, un número que indica cuántos problemas atacamos hoy o una bomba que explota y que te hace perder la esperanza o te resigna a volver a empezar.
– Sea como fuere, es muy difícil seguirte.
– Tú no parece que tengas problema.
– Son años de entrenamiento.
– Brindemos, pues, por muchos más.
– Y por más pedazos de cartón y tela.