Me han regalado un diccionario y la primera palabra que he buscado ha sido una que me dijiste tú.
Una palabra que no conocía; que al decírmela recuerdo tener que buscarla en la app del diccionario de mi teléfono. Una palabra que me pareció preciosa y que me hizo pensar que eras más especial incluso de lo que ya intuía.
La definición en mi diccionario es solo una palabra; los gestos de afecto a veces no necesitan más.
Recuerdo el momento en que me la dijiste y me hace sentir todo lo que sentí por ti entonces. Vuelve, como un torrente de emociones incontrolable. Aunque, si estoy siendo sincera, hay una parte de mí que no quiere controlar.
No controlar lo que siento, lo que pienso, las situaciones en las que me encuentro. Por muy surrealistas y dolorosas que sean.
Dejo que el dolor de tu recuerdo fluya libremente, como una ola arrasadora, tirando todas las paredes que formamos para protegernos pero que en realidad no protegen en absoluto de lo que realmente necesitamos protegernos.
En mi diccionario la definición de perspectiva es: “Vista de una cosa de modo que se aprecia su posición y situación real, así como la de sus partes.” y esto es una definición que es totalmente cierta. Al fin y al cabo, ¡está en el diccionario! Pero a mí me gusta pensar en perspectiva como dice un cantante: tiempo y distancia.
Por mucho tiempo que haya pasado y distancia que hayamos puesto entre nosotros (nada más y nada menos que un mar), lo que siento sigue siendo dolor. Dolor por no disfrutar de tu presencia, dolor de nuestra ruptura. Dolor de saber que lo que está roto es irreparable.
Imagino que necesito más tiempo, más distancia.
Voy a consultar en mi diccionario estas palabras. Igual eso esclarece algo.
Me gusta Celine
A mí me gustas tú 🙂